Si no te importa prescindir de lujos para disfrutar de las cosas sencillas de la vida.
Si te gusta el ciclismo y te apetece hacer un viaje diferente, desconectar de la rutina y acercarte a espacios naturales de forma activa con tus amigos u otras personas.
Si eres una persona flexible y aceptas que pueden surgir imprevistos que forman parte de la aventura sobre ruedas (pinchazos, etc.)
Si quieres hacer kilómetros pero sin priorizar la velocidad o el desnivel acumulado, porque lo que suma más, es la experiencia del propio viaje, como contemplar los paisajes, el silencio o una buena conversación.
No es para ti si no tienes un estado de forma aceptable, montas en bici de forma regular, o practicas otra actividad física.
Si tienes experiencia y dominio suficiente sobre la bicicleta para poder disfrutar del viaje.