La idea original nació fundamentalmente con la intención de llamar la atención sobre la Sierra de Guadarrama, sobre la necesidad de protegerla, cuidarla, amarla. Para eso, el 25 de Julio de 1984 se comenzó haciendo una marcha denominada con el nombre de "Aurrulaque" (Nombre originario de la parte mas preciada de los montes de Cercedilla) a la pradera de Navarrulaque. El primer año se leyó un manifiesto en defensa de la Sierra de Guadarrama, y el segundo año, que fue cuando le dieron el premio Nóbel a Vicente Aleixandre, surgió la idea de realizar el mirador de Vicente Aleixandre.
D. Antonio Sáenz de Miera (En aquella época Presidente de la Asociación Cultural Cercedilla) y D. Juan Bielba (director del Parque Natural de Peñalara) promovieron la construcción del mirador de Vicente Aleixandre (1985). El evento de "Los Aurrulaques" se ha venido repitiendo hasta la actualidad, manteniendo la idea originaria de unir cultura y naturaleza, para que la gente lo viera y lo integrara en el paisaje. Aquí y allá, a lo largo del recorrido, se pueden leer en las piedras versos de varios poetas relacionados con el lugar el que nos encontramos, además de varios monumentos.
El nombre de esta marcha, ya convertida en tradición y casi fiesta popular, es una mezcla de la palabra aurrera (en vasco: adelante) y el lugar hacia donde nos dirigimos: la Pradera del Navarrulaque. Un rincón en el que se entiende sin mucho esfuerzo por qué la Sierra de Madrid ha sido refugio, zona de recreo y también musa de decenas de escritores
En el mirador de Vicente Aleixandre se hizo figurar un verso del poeta.
El poeta Luis Rosales, (con residencia en Cercedilla desde 1961), era en esa época Presidente Honorario de la Fundación Cultural de Cercedilla e intervino en la inauguración del mirador de Vicente Aleixandre con el siguiente manifiesto:
"Muchas veces he oído una pregunta que es muy propia de nuestro tiempo, ¿para qué sirve la poesía? No es fácil contestarla; al menos, yo no sabría hacerlo con la debida precisión ni, desde luego, con la necesaria brevedad. Pero, además, no creo preciso hacerlo en este acto, puesto que la Fundación Cultural de Cercedilla ha formulado una respuesta sugerente al dedicar a Vicente Aleixandre este privilegiado Mirador. Un poeta es, ante todo, un mirador del mundo; un poeta es una atalaya para ver la vida de una manera más bella, más patética, más concentrada y más serena. Ahora y para siempre desde este Mirador, levantado como un homenaje a su memoria, podremos ver el mundo con los ojos de Vicente Aleixandre. Es un hecho fundante, no lo olvidemos. Para todos aquellos que miran con atención y con amor, el mundo es una herencia. Vemos con ojos heredados. Quien no sabe que ha heredado sus ojos, ciego es. Entre el mirar y el ver hay muchos siglos de distancia, ya que el mirar es un fenómeno real y el ver es un patrimonio cultural. Nadie ve exactamente lo que mira. Miramos la realidad que tenemos ante los ojos, pero vemos, en cambio, lo que la evolución de las artes, lo que la historia de la cultura nos ha enseñado a ver. Por eso pienso que la pintura es la historia de la mirada del hombre y la poesía -como sabía muy bien Vicente Aleixandre- es la historia del corazón del hombre. Tanto nuestros sentimientos como nuestros ojos son un legado cultural y así seguirá siendo mientras existan hombres. Aquí reside el gran acierto de este homenaje; no se hubiera podido encontrar una forma mejor para intentar devolver al poeta lo mismo que él nos dio. Si Vicente Aleixandre nos enseñó a mirar a muchos españoles -y desde luego a mi-, desde este Mirador los ojos asomantes podrán ver la extensión que nos rodea de una manera distinta y heredada, de una manera maravillosa, puesto que, en cierto modo, la estarán viendo con los ojos de Vicente Aleixandre: Y esto será un prodigio, naturalmente, pero también será una gran verdad. Y ahora quedémonos callados para oír la voz de las cosas que nos rodean en las mismas palabras del poeta. Oigamos la voz de los ojos de Vicente Aleixandre"
El fin de semana del 21-22 de Octubre será la próxima ciclo-ruta, y aunque no pasaremos por esta zona en concreto, rodaremos por la sierra de Guadarrama y por supuesto, nos recrearemos en el paisaje llevando la intención y la inspiración del poeta Luis Rosales, y cumpliendo su deseo de "posar, mirar y pensar".
¡Ven con nosotros a disfrutar de nuestra próxima cicloaventura!.