10 May
10May

Conservar y no abandonar todo lo bueno


Es probable que si estuviera todo el día subida a la bicicleta y en contacto con la naturaleza, pasarían desapercibidos muchos detalles por el simple hecho de formar parte de la normalidad y costumbre. Y es ese contraste de un ritmo de vida intenso, alta carga mental y dependencia a la tecnología, frente a una experiencia enriquecedora al encuentro activo con el silencio y la naturaleza, lo que provoca una sensación de plenitud, que evoca también, a la protección y cuidado de tantos valores presentes en el entorno.

Se podrían citar varios estudios científicos que hablan sobre los beneficios del contacto con la naturaleza, pero sinceramente..., creo que no hacen falta estudios científicos que demuestren algo que cualquier persona puede comprobar y captar en mayor o menor grado por sí mismo. Las cosas más sencillas de la vida, son claras y evidentes. Y es que estar en un paisaje natural tranquilo, produce una conexión emocional con el entorno que permite la relajación y disminución del estrés y en general, favorece la salud. 


"El Silencio no es la ausencia de la nada. Es la presencia del todo". - Rumi.

Vivimos sumergidos en un océano de ruido externo constante que casi nunca desaparece por completo. Pero también está el ruido interno. ¡si! esa cabecita loca que nunca para de pensar, que está tan activada, estresada, sobre estimulada, y que apenas puede dejar espacio para el silencio interno. Tranquil@, no voy a hablar de meditación ni de mindfulness. Es muy sencillo: si consigues rebajar el ruido mental, hay un resultado de calma, serenidad y espacio interno para explorar otras inquietudes que tienen que ver contigo y no con lo de fuera. 


"El caos es el estado natural del cerebro. A través del silencio uno consigue serenarlo". - Erling Kagge.

Esta conexión conmigo misma y con el entorno, me empuja para realizar una colaboración social desde donde puedo y con lo que tengo. Colaborar en la reconexión con nuestro entorno natural y de nuestros pueblos, nuestra cultura y tradiciones de la España despoblada que necesita ser revivida, impulsada y recuperada en su esencia, con su encanto y sus gentes. 


"Nadie por sí solo tiene la solución para nada. Nos necesitamos los unos a los otros para cuestionarnos, para cambiar nuestros modelos de consumo, nuestras formas de mirar, para querer conservar y no abandonar, para arrimar el hombro y no dar la espalda. Entre todos tenemos que tender la mano. Es nuestra tarea hacer posible un futuro sostenible y verde en nuestros pueblos. Es en los márgenes donde se encuentra el cambio, donde hay un mañana, donde otra forma de vida es posible. Y yo no quiero que ellos queden sólo en mi memoria”.- María Sánchez. Tierra de Mujeres (2019).


Podemos hacer algo por cambiar y mejorar el mundo que nos rodea con pequeñas acciones. Llevamos mucho tiempo cediendo nuestro poder a quienes por encima de todo, tienen intereses económicos y de otro tipo. Así que desde la experiencia del cicloviajero, podemos entregar nuestra semillita al mundo. ¿No es genial poder hacer una aportación importante desde el disfrute?.


Por Paloma Lahoz.-

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